Trucos y variedades para hacer la torrija perfecta
Es el postre casero más popular de la Semana Santa y una de las recetas más apreciadas de nuestra tierra. Hablamos de las torrijas, ese delicioso manjar que resulta de una maravillosa combinación de ingredientes básicos como el pan, el huevo, la leche, la miel y la canela. Pero no por humilde, resulta esta receta simple de hacer ¿Te gustaría saber cómo hacer la torrija perfecta?
Desde la torrija clásica con miel hasta las más originales con cacao, frutas o dulce de leche, este dulce es de lo más versátil y consumirlo siempre es un disfrute. Si todavía no te has atrevido a hacerlas en casa o quieres mejorar tu receta, no te pierdas los trucos que te ofrecemos a continuación. También te proponemos 5 recetas de torrijas originales para que tengas donde elegir.
Así que pásate por Cash Fresh a por los ingredientes que necesitas y ¡a por la torrija perfecta!
Las claves de la torrija perfecta
- El pan, casero. Si quieres probar un torrija como las de antes, olvídate del pan de molde y coge pan de toda la vida, del día anterior. Recuerda que las torrijas son una receta de aprovechamiento. Eso sí, que sea un buen pan, con corteza fina y miga densa para que absorba más leche. Córtalo en rebanadas de aproximadamente un dedo de grosor par darle una buena consistencia.
Torrijas con azúcar y canela
- Leche tibia. No mojes el pan en la leche infusionada con la canela en rama, el azúcar y la corteza de limón o naranja cuando esté aún caliente, y tampoco esperes a que esté fría. Lo mejor es que se encuentre tibia y, una vez empapadas, las dejes reposar en un plato durante unos minutos para que cojan todo el sabor. Una recomendación básica es no dejar que la leche llegue a hervir.
- Aceite bien caliente. Para que las torrijas queden con una textura perfecta: jugosas por dentro y crujientes por fuera, el aceite en el que vayas a freírlas debe estar muy caliente, a unos 170º. En cuanto al tipo de aceite, es cuestión de gustos: el de girasol es más suave y el de oliva le da un toque más intenso. Si vas a freír muchas torrijas es muy importante que lo cambies cada cierto tiempo, por ejemplo, cada 12-15 torrijas, y que lo mantengas limpio. Voltéalas bien para que se frían por los dos lados.
- No esperes para hacer la cobertura. Para lograr la torrija perfecta, lo ideal es cubrirla de miel, azúcar y canela o los ingredientes que hayas elegido para realizar la terminación cuando estén recién fritas, porque así absorben mejor los sabores.
5 variedades de torrijas para todos los gustos
- Torrijas con miel. La receta más clásica. Corta el pan en rebanadas y empápalo con leche tibia infusionada con canela en rama, azúcar y la corteza de algún cítrico. Luego, rebózalas con huevo batido y fríe en abundante aceite caliente. El broche final consiste en regarlas abundantemente con miel o cocerla con agua para crear una mezcla rebajada con la que puedes ajustar el toque de dulzor.
- Torrijas con leche. Esta es otra de las variedades más tradicionales. El proceso es el mismo hasta la parte final, en la que, en lugar de cubrirla de miel, las tienes que dejar bañada en azúcar y canela y enfriar en la nevera. Puedes comerlas solas o acompañarlas de fruta fresca troceada o una bola de helado ¡Riquísimas!
- Torrijas de vino tinto. El secreto de esta torrija de sabor tan particular es que el pan se moja en vino tinto mezclado con agua, azúcar, una ramita de canela y la cáscara de un limón. Calienta bien hasta que hierva y el alcohol se evapore. Cuando se enfríe, moja las rebanadas de pan, reboza en huevo y fríe. Puedes darle un toque dulce con un almíbar elaborado con miel y agua.
- Torrijas de chocolate. Esta receta le encantará a los más pequeños de la casa. Corta el pan en rebanadas y pon a calentar 1 litro de leche con 250 ml de nata, azúcar y cacao en polvo. Cuando se enfríe, mojaremos en la leche con cacao el pan. Rebozamos con huevo y freímos. Puedes terminar añadiendo azúcar y canela e incluso unas virutas de chocolate.
- Torrijas con leche condensada. Atrévete a probar esta versión súper dulce con leche condensada. Cuando vayas a infusionar la leche con la canela y el limón, agrega media lata de leche condensada. Deja enfriar y moja el pan en la mezcla. Pasa por huevo batido y fríe. Finalmente, espolvorea con azúcar y canela.
