Tips para conservar las verduras más tiempo
Las verduras y frutas son de los alimentos que más se desperdician. Su corta vida útil nos exige consumirlas en breve periodo de tiempo, pero, en ocasiones, se nos olvida y se acaban estropeando. Por ello, contar con algunos tips para conservar las verduras más tiempo nos vendrá muy bien
Cuando hablamos de frescos, no vale cualquier forma de conservación. Hay que atender a sus características para decidir dónde guardarlos y cómo hacerlo. No obstante, el primer paso es siempre comprar de manera sostenible, planificando bien qué vas a necesitar para no derrochar.
¡Aquí van algunas ideas para conservar las verduras más tiempo!
¿Qué verduras van a la nevera y cuáles no?
Tendemos a pensar por error que las verduras y hortalizas se conservarán mejor en la nevera, pero no es así, pues depende del caso. A continuación, vamos a ver las verduras y hortalizas que debes colocar fuera de la nevera. Elige un lugar oscuro y fresco, ventilado y lejos del horno y otras fuentes de calor y humedad.
- Tomates
- Calabaza
- Cebolla
- Ajo
- Judías verdes
- Pepino
Si ya las ha cortado, es mejor conservarlas en la nevera envuelta en papel film para evitar que se oxiden.
Si hablamos de verduras que se pueden conservar refrigeradas, encontramos:
- Pimientos
- Alcachofas
- Col, lombarda, repollo
- Verduras de hoja verde: lechuga, espinacas, acelgas, endivias…
- Berenjena
- Calabacín
- Zanahoria
- Apio
- Rábano
- Brócoli
- Apio
- Remolacha
- Nabo
Algunas de estas verduras, como las acelgas, espinacas, lechugas, zanahorias, apio y rábanos se conservan mejor dentro bolsas de papel, tuppers o tarros. Evita el plástico porque ayuda a retener la humedad. En cambio, la berenjena, el calabacín o el pepino, tienes que colocarlos directamente en el cajón de la nevera sin bolsas.
Y si van en la nevera, ¿dónde las coloco?
Es sencillo: la fruta y la verdura deben ir en los cajones, la zona menos fría de la nevera. Eso sí, procura colocar las frutas en un cajón y las verduras en otro, y déjales espacio para que respiren.
Por otro lado, hay frutas y verduras que es mejor no poner juntas porque algunas liberan etileno en cantidades elevadas, un gas que desprenden de forma natural al madurar, y pueden estropear a las que entren en contacto con ellas.
Es el caso de los tomates, los aguacates, las fresas, el mango, la manzana, el melón, los melocotones, plátano y ciruelas. Entre los más sensibles al etileno, están el brócoli, la calabaza, la cebolla, la coliflor y las coles, así como la lechuga y el pepino.
En general, es recomendable que hay espacio suficiente entre los alimentos para que el frío pase bien entre ellos y que no se produzca contaminación cruzada.
Lava antes de consumir
Si quieres conservar las verduras por más tiempo, olvídate de lavarlas en cuanto lleguen a casa. El exceso de humedad puede hacer que se pudran antes. Lo mejor es esperar y hacerlo justo antes de consumirlos o cocinarlos. Te contamos cómo puedes lavar y desinfectar correctamente las frutas y verduras antes de consumirlas.
Las verduras también se congelan
Hay una gran cantidad de frescos que se pueden congelar, entre ellos las verduras. Sólo tienes que hacerlo de la manera adecuada, que, en la mayoría de los casos, es ya cocinados o escaldados.
Es el caso del calabacín y la berenjena. Igualmente, puedes congelar la calabaza; eso sí, cortada en daditos. Y las espinacas, acelgas y otras verduras de hoja verde necesitan ser escaldadas al menos.
También es muy importante envasar correctamente en envases herméticos o al vacío, ya que la mayoría de las bacterias reducen su actividad ante la falta de oxígeno.
Si tienes dudas, mira estos 3 consejos clave para congelar los frescos.
A remojo
Las lechugas y, en general, las verduras de hoja verde delicadas pueden ponerse blandas. Si ocurre eso, no los deseches, déjalas en un bol lleno de agua fresca durante al menos 1 hora y recuperarán su tersura.
Transforma y alarga su vida
Y, como opción final, puedes optar por cocinarlos y transformarlos en un plato para alargar su vida. Con las verduras puedes hacer sopas, cremas, guisos; si los conservas en la nevera, pueden aguantar unos días más. Aquí tienes 5 guisos con verduras de temporada que te ayudarán.
Otra idea es elaborar conservas y encurtidos, con la ayuda de aceite de oliva, vinagre y algunas especias. También las puedes deshidratar, como ocurre con el tomate. No olvides utilizar para ello envases esterilizados y herméticos.