¡Dale un toque diferente a tus cremas de verduras con estos trucos!
¿Las cremas de verduras te parecen sosas? Entonces, debes de saber que hay muchas maneras de enriquecerlas y darles sabor. Desde un toque lácteo hasta usar especias, hierbas aromáticas u otras maneras de cocinar las verduras te ayudarán a darles más sabor a las cremas de verduras.
Las cremas o purés son una fórmula magnífica para consumir verduras y legumbres, básicas en la alimentación, de manera sencilla y calentita ¡Estupendas para empezar el año con una alimentación saludable! Te ayudamos a elaborar unas recetas de primera con estos trucos para dar más sabor a las cremas de verduras.
Prueba los sofritos
Hay distintas formas de cocinar las verduras que darán forma a tu crema: cocerlas, asarlas al horno o, una de las más sabrosas, es sofreírlas. Pica o trocea las verduras y llévalas a la sartén con un chorrito de aceite de oliva, incorporando primero las que tardan más en hacerse.
Un ejemplo, crema de verduras variadas sofritas. Puedes elaborar una de verduras variadas sofriendo, por este orden, 1 cebolla, un par de puerros, 2 patatas, 2 zanahorias y, finalmente, un par de calabacines. A continuación, añade 1 pastilla de caldo de verduras, 250 ml de leche y otros 250 ml de agua, y deja que reduzca casi todo el líquido. Aparta del fuego y cuando esté templado, llévalo a la batidora.
Hierbas frescas
Al igual que las hierbas aromáticas pueden alegrar una carne o pescado, pueden dar mucha vida a tus cremas de verduras. Prueba con un toque de cebollino fresco picado en una crema de calabaza, albahaca u orégano para la de tomate o unas finas hierbas para la crema de calabacín.
Un ejemplo, crema de calabacín con finas hierbas. Pela y corta 4 calabacines pequeños, 1 patata mediana y cuece una olla con sal. Cuando esté blanditos, escurre, añade nata y tritura y, al hervir, añade unos 150 g de queso en crema y una cucharada de finas hierbas.
El toque de los lácteos
Con lácteos como la nata, yogur, mantequilla, queso cremoso o la propia leche puedes dar un sabor especial y consistencia más cremosa a los purés de verduras. Si añades nata o leche evaporada, conseguirás matices más dulces, mientras que el yogur griego o la creme freiche le darán un punto ácido.
Un ejemplo, crema de zanahorias y yogur griego. Pela y trocea zanahorias, puerros y cuece en una olla con sal. Pasa por la batidora y el colador chino. Añade 90 g de queso crema y 1 yogur griego natural y vuelve a batir ¡Ya la tienes! Otro ejemplo, es una rica crema de calabaza y queso roquefort, cuya receta encontrarás en este enlace.
Las verduras para la crema, al horno
Las verduras asadas también aportan un sabor y textura distintas a las cremas de verduras, además de ser un método de cocina muy sano. Hay vegetales a los que les sienta muy bien el asado, como los pimientos, la calabaza, la batata, la coliflor, la patata o la cebolla.
A la hora de introducir en el horno, puedes espolvorear por encima algunas especias o hierbas aromáticas para darle un toque extra de sabor.
Un ejemplo, crema de calabaza asada. Precaliente el horno a 200ºC y, mientras, pela la calabaza y trocéala en cubos. Pela y parte por la mitad un par de chalotas, dos dientes de ajo y un trocito de jengibre fresco. Reparte las verduras en una bandeja de horno y riega con una mezcla de aceite de oliva, sal, comino y pimienta negra. Asa hasta que la calabaza esté tierna. Tritura las verduras e incorpora 1 litro de caldo de verduras y cocina unos 20 minutos. Vuelve a triturar todo hasta que tengas una textura suave.
Un punto picante
Para los amantes de los sabores picantes, la buena noticia es que las verduras los admiten a la perfección. El picante como las guindillas, el tabasco o la pimienta fresca recién molida son unos excelentes potenciadores de sabor.
Si te parece demasiado intenso, prueba con un poco de curry, pesto o unas gotas de limón. Le darán este punto justo que necesitas para darle alegría a las verduras.
Un ejemplo, cremade espárragos y puerros con guindilla. Limpia el puerro y corta en aros para rehogarlo en una cazuela con aceite de oliva. Añade los espárragos verdes troceados y unas patatas peladas y troceadas. Salpimenta y cocina un par de minutos. Añade 600 ml de caldo de verduras y cuece unos 20 minutos a fuego suave. Tritura todo y sirve con guindilla picada y un chorrito de nata.
¿Y las especias?
Por supuesto, las especias están para hacernos la cocina más sabrosa. La pimienta blanca, rosa o negra, nuez moscada, jengibre en polvo o el curry pueden constituir un sencillo truco para dar sabor a las cremas de verduras. Ve probando hasta encontrar tus combinaciones favoritas.
Un ejemplo, crema de chirivías con nuez moscada. Escalda las chirivías con agua hirviendo y escurre. Saltea 4 cebollas con aceite y sal unos 10 minutos. Añade la chirivía, unas hojas de laurel y agua.Tapa y cuece a fuego medio unos 20 minutos. Pasa por la batidora y añade nuez moscada y miso blanco a tu gusto. Sirve con perejil.
Acompañantes para dar sabor a las cremas de verduras
Hay cremas que también admiten acompañamiento, alguno de ellos muy sabrosos. Es, por ejemplo, el caso de una buena crema de calabacín con taquitos de jamón o una crema de brócoli que incorpore bacon sofrito con ajito.
Igualmente, puedes acompañar de algo tan sencillo como huevo duro picado, algo que le va muy bien a la crema de guisantes o los tradicionales picatostes fritos con aceite de oliva, que puedes añadir prácticamente a todas.
Un ejemplo, crema de brócoli con crujiente de bacon. Empieza rehogando en una olla con aceite de oliva 1 cebolla picada, 1 puerro picado y unos ajitos en láminas. Agrega unas patatas peladas y troceadas y unas ramitas de brócoli. Cocina unos minutos. Añade caldo de verduras y un poco de leche, sal y pimienta. Cocina a fuego medio unos 20 minutos y tritura con la batidora. Completa con unas tiras de bacon fritas en la sartén con aceite de oliva.