Comidas de Navidad: nadie sabrá cuánto has ahorrado
¿Organizar una buena comida de Navidad y ahorrar es posible? Por supuesto que sí, si tienes en cuenta algunos trucos que te ayudarán a realizar una compra inteligente y a cocinar sacándole el máximo partido a los alimentos.
Desde Cash Fresh queremos ayudarte a preparar un estupendo menú de Navidad sin que nadie note cuánto has ahorrado. Con las ideas que vamos a darte, tus invitados saldrán encantados con la comida y tú bolsillo también ¡Conseguirás una comida de alta cocina sin gastar mucho!
- Planifica y compra con antelación. Organizar bien los platos que vas a cocinar para la comida de Navidad y hacer las compras con antelación puede suponer un importante ahorro, porque cuanto más se acercan las fiestas más se encarecen algunos productos típicos. Pon de acuerdo a tus invitados sobre el menú y compra con tiempo, pensando bien lo que realmente vas a necesitar, especialmente aquello que puedas congelar (carnes, pescado, marisco) o guardar (bebidas o dulces).
- Un menú realista. Es fácil dejarse llevar por recetas complicadas y excesivamente abundantes que a la hora de la verdad no tienen mucho sentido. Diseña un menú sencillo, que cumpla con los gustos de tus acompañantes y tenga algún toque especial, pero realista en cantidades para evitar desperdiciar alimentos y tirar el dinero.
- Apuesta por las marcas blancas. Un gran recurso para ahorrar sin perder calidad. Compra los productos para tu comida de Navidad en marca blanca, ya que su mejor precio no se debe a una menor calidad, sino a que te ahorras pagar por la marca.
- Productos de temporada. Prioriza en tu menú los productos frescos de temporada, sobre todo, en frutas y verduras, siempre más económicos y saludables que los que son típicos de otra estación. El invierno tiene frutas y verduras estupendas como las granadas, la chirimoya, las uvas, mandarinas, espinacas, endivias, berenjena o puerro.
- Entrantes sencillos y sabrosos. Olvida los entrantes rebuscados que necesitan un montón de ingredientes. Apuesta, por ejemplo, por tostas con alimentos sencillos pero cuya combinación resulta magnífica: verduras asadas, frutas, queso, miel y frutos secos… un buen pan calentito y el resultado será increíble ¿Y qué te parecen las croquetas? Nos permiten utilizar algunas buenas sobras y alimentos de temporada: taquitos de jamón, pescado, espinacas, nueces y ese queso que tiene en la nevera… También funciona muy bien preparar un paté casero: de berenjenas, de pollo, de mejillones o de palitos de cangrejo; los lazos de hojaldre con jamón o los pasteles vegetales con pan de molde y ahumados.
- Ensaladas llenas de colores. Los vegetales frescos siempre se agradecen en la mesa, y las ensaladas son una gran opción porque resultan muy vistosas y puedes llenarlas de originales sabores. Prueba, por ejemplo, con una ensalada de tomates, queso y uvas; bacalao desmigado (más barato) y naranja; o bolitas de melón, queso feta, cherrys y canónigos.
- Para pescado, el bacalao. Un pescado asequible que puedes comprar con antelación y congelar o adquirir ya congelado. Cocinándolo con una buena salsa y unos ricos acompañantes quedará espectacular en la mesa. Hablamos, por ejemplo, de un bacalao en salsa de almendras o de naranja, regado con sidra, con nata y pasas o de un hojaldre de bacalao con verduras asadas.
- ¿Pavo? Mejor pollo. Olvídate del pavo cuyo precio sube en Navidad notablemente y quédate con el pollo cocinado con un toque especial. Tus invitados disfrutarán con una estupenda receta de pollo a la naranja, con queso azul, con uvas y especias, al horno con nueces y pasas o incluso un curry de pollo y piña.
- El cerdo, éxito asegurado. Acude a las partes más nobles del cerdo, como el solomillo o el lomo, que mantienen el precio durante todo el año, para sorprender con un delicioso plato de carne. El cerdo es muy versátil y nos permite prepara platos como solomillo en salsa de manzana, con foie, higos y nueces; o lomo con ciruelas, con salsa de mostaza, con almendras o con pimientos y soja ¡Infinitas posibilidades!
- Postres caseros. A la hora de la verdad, lo que más nos gusta son los postres de toda la vida. No te compliques y apuesta por un arroz con leche, flan de huevo, natillas caseras, tocino de cielo, la poleá tradicional o un helado hecho por ti con ingredientes naturales ¡Los sabores de casa!