6 secretos de la chirimoya que te sorprenderán
Te contamos algunos secretos de la chirimoya que te sorprenderán. ¡Vamos a descubrirlos!
¿Sabías que la chirimoya es originaria de Sudamérica? Concretamente, de de la zona limítrofe entre Ecuador y Perú. Pero, hoy en día, España es el principal productor de chirimoya, especialmente la costa de Granada y Málaga, donde compramos las que te ofrecemos en Cash Fresh.
Esta fruta tropical de pulpa refrescante y muy aromática, tiene un sabor dulce ligeramente ácido, que recuerda a una mezcla de piña y plátano.
La chirimoya es una de esas frutas exóticas que nos trae el otoño, junto con el caqui, el maracuyá o el mango. Éstas cumplen un papel energético muy importante, ya que son ideales para para reforzar nuestro sistema inmunitario frente a la falta de luz y las temperaturas más frías.
Advertencia: no la guardes en la nevera, pues la refrigeración interrumpe su maduración. Si las quieres tomar fresquitas, mételas un momento en el frigo antes de consumirlas.
1. De la chirimoya al manjar blanco
Quizás, te hayas preguntado alguna vez de dónde viene ese nombre tan curioso, que viene del quechua, Chirimuya, cuyo significado es algo así como «semillas frías». Posteriormente, esta fruta fue bautizada por los españoles como manjar blanco, después de su hallazgo en el continente americano. Tras el descubrimiento de América, fue introducida en Oriente, vía África, por los navegantes españoles.
2. Comer chirimoya tranquiliza
A esta fruta, se le atribuye una acción reguladora del sistema nervioso, funcionando como ansiolítico y tranquilizante. Por lo que es adecuada para el tratamiento de personas compulsivas. Asimismo, tiene una acción tónica que impide el decaimiento y la fatiga, evitando depresiones. De hecho, antiguamente, muchos pueblos la aplicaban en remedios caseros para combatir el estrés, la depresión o la melancolía.
3. Una fruta ideal para niños y mayores
Sus propiedades nutricionales y facilidad de consumo, la hacen un alimento ideal para tomar tanto en la primera como en la última etapa de la vida. Gracias a su contenido en minerales (calcio, fósforo, hierro), vitaminas (grupo B , C, A), proteínas y azúcares, es de gran utilidad en procesos de recuperación de una gran número de dolencias. Además, contiene enzimas que la convierten en una fruta de fácil digestión.
4. Las hojas y las semillas también importan
No sólo se puede aprovechar el fruto, sino que sus hojas tienen una gran cantidad de funciones medicinales, ya sea combatir infecciones o virus o disminuir el exceso de azúcar en la sangre. Por otro lado, algunos productos extraídos de las semillas de la chirimoya han sido aplicados con éxito en investigaciones para el tratamiento de piojos, disentería, cefalalgias (dolores de cabeza), gota y cálculos.
5. Perfecta para hacer postres con azúcar saludable
La chirimoya es una de las frutas con más azúcares simples, como la sacarosa, que ayuda a que la glucosa se desplace más rápido al cerebro y a los músculos, haciendo que el sistema nervioso trabaje de manera más eficiente. ¡Un sustituto saludable a las bebidas energéticas!
Estas propiedades la convierten en el ingrediente perfecto para preparar postres que no necesitan azúcares añadidos. Por ejemplo, para preparar mousses y helados, por su consistencia cremosa; batidos y smoothies; o acompañarla de otras frutas como la fresa, el arándano, o la piña; yogur; o para darle un puntito de jugosidad a los bizcochos sin aditivos.
Para empezar, te dejamos aquí nuestra receta de flan de chirimoya con galletas ¡Delicioso!
6. No la tomes de postre si comes mucho
No es recomendable tomarla de postre tras una comida copiosa, ya que se produce un efecto de reacción intestinal que puede provocar gases y molestias incómodas. Tiene un efecto saciante y es reguladora de los niveles de glucosa en sangre. Aunque puedes incluir la chirimoya en muchas recetas, la mejor forma de comer la chirimoya es consumiéndola sola, ya que es una fruta muy completa desde el punto de vista digestivo.