5 esenciales que debes cambiar en tus recetas para comer más saludable
¿Te gustaría empezar a comer de manera más saludable?
Puedes empezar con pasos sencillos como los que te vamos a proponer y, luego, ir avanzando cada vez más hasta que te alcances un estilo de vida totalmente saludable. Aquí van 5 ideas esenciales para cambiar tus recetas y comer más saludable. Todo lo que necesitas para sustituir unos ingredientes por otros. ¡Pregúntanos si tienes dudas!
5 ideas para modificar tus hábitos y comer más saludable
De la nata al yogur natural
Podemos reducir de forma significativa las grasas de nuestras recetas si cambiamos la nata por queso crema bajo en grasa o por yogur natural. Este gesto lo podemos llevar cabo cuando cocinemos, por ejemplo, salsas para pasta, carnes o pescados y cremas de verduras.
En lugar del toque de nata habitual, prueba con un yogur natural o un queso bajo en grasas, como el cottage o ricotta. ¡O incluso la leche de coco!
Empieza a probar, por ejemplo, con esta crema de puerros y langostinos.
Conservas al natural
Es habitual encontrar las conservas en aceite de girasol o aceite de oliva, pero una forma de comer más saludable es comprarlas al natural y añadir nosotros mismos el aceite de oliva virgen extra (AOVE). De esta manera, podemos controlar el tipo y cantidad de aceite que vamos a consumir.
Esta es una buena forma de reducir las grasas que consumimos, aunque sean saludables, y de sustituir la mantequilla o margarina por el AOVE.
Menos azúcar y más fruta
Uno de nuestros mayores retos es disminuir el consumo de azúcar. La clave es ir acostumbrándonos poco a poco para, así, dejar de necesitar el consumo de azúcar. Empieza a poner en práctica alguno de estos hábitos para bajar el consumo de azúcar y comer más saludable:
- Cambia los cereales comerciales del desayuno o la merienda por granola casera. ¡Es muy sencilla! Solo necesitas avena tostada con miel en la freidora de aire, frutos secos y fruta fresca. ¡Con yogur natural o kéfir está buenísima! Empieza poniendo un poco de miel y luego ve reduciendo la cantidad hasta que te acostumbres.
- Sustituye las mermeladas por compotas de frutas o frutas asadas. Como manzana asada al microondas o membrillo al horno con canela y queso fresco.
- Sustituye los zumos comerciales por zumos exprimidos en casa o batidos caseros con leche y frutas enteras.
- Aparta el azúcar y pon en su lugar canela o extracto de vainilla.
Mantequilla por plátano o aguacate
Nos encantan la cremosidad y el sabor que da la mantequilla a nuestros postres, pero si queremos comer más saludable tenemos que empezar a cambiarlo por otras grasas, frutas o cremas más nutritivas.
- El plátano, es ideal para hacer bizcochos como sustitutivo del huevo.
- El aguacate añade la vitaminas y minerales a tus pasteles y bizcochos, manteniendo toda su esponjosidad. ¡También para dar sabor a tus tostadas!
- Las compotas de frutas, básicamente de manzana, pueden suponer una buena alternativa a la mantequilla.
- Por supuesto, el aceite de oliva virgen extra es la mejor alternativa para la repostería. Elige las variedades más suaves y ten en cuenta que la cantidad a usar para sustituir a la mantequilla deberá ser en torno a un 15% menos.
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¿Chocolate? Sí, pero negro
Chocolate, esa fuente de placer que nos llama diariamente. Difícil de cambiar de versión, pero la idea es sustituir las tabletas de chocolate con leche y chocolate blanco, que son los que más azúcar tienen, por chocolate negro con un porcentaje de cacao mínimo del 70%.
Empieza por los chocolates con porcentaje de cacao del 70% para luego ir subiendo al 85% y al 99%. ¡Al final te gustarán más!
Emplea chocolate negro para hacer postres bajos en calorías como estos.
¡Dos básicos más!
Además de estos 5 esenciales para comer más saludable, no olvides incorporar estos dos tips más a tus recetas habituales:
- Más sabor con las especias. Las especias no solo añaden sabor sin calorías adicionales, sino que muchas también tienen beneficios para la salud. La cúrcuma, por ejemplo, tiene propiedades antiinflamatorias.
- Cocina al vapor o al horno. Estos métodos de cocción conservan más nutrientes en tus alimentos y requieren menos aceite o grasa para cocinar.
