10 manías que debemos cambiar para conservar los alimentos
Alargar la vida útil de los alimentos no entraña ningún misterio. ¡Te contamos que es lo que debes dejar de hacer desde ya!
Es tan sencillo como desterrar algunas manías y cambiarlas por otros hábitos que nos ayudarán a conservar los alimentos por más tiempo.
Gestos habituales como abarrotar la nevera, descongelar a temperatura ambiente o dejar los alimentos en las latas una vez abiertos, son los que tenemos que abandonar para conservar los alimentos de manera adecuada y poder aprovecharlos más tiempo. ¡Mira todo lo que puedes cambiar!
1. Dejar las tapas de aluminio a los alimentos
Si quieres conservar mejor los alimentos como yogures, quesos frescos u otros productos que vengan protegidos por una tapa de aluminio, ¡quítasela! Si la dejas, estarás favoreciendo la proliferación de microorganismos que pueden contaminar el alimento, al tener contacto con éste y el aire en un ambiente húmedo.
2. Abarrotar la nevera
Para que los alimentos se conserven correctamente en la nevera, debe haber suficiente espacio entre ellos para que circule adecuadamente la corriente de aire frío y los mantenga bien refrigerados. Si abarrotas tu frigorífico de alimentos, entorpecerás la normal distribución de la corriente, provocando que haya zonas menos frías y el deterioro de los alimentos.
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3. Colocar la leche en la puerta de la nevera
¿Por qué no debemos poner la leche en la puerta de la nevera? Porque esta es la zona con mayor fluctuación de temperatura del refrigerador y, por ello, donde corre mayor riesgo de echarse a perder, ya que es un alimento muy sensible a los cambios de temperatura. Su lugar adecuado es en la parte media de la nevera, donde se conservará a una temperatura estable.
4. Usar cualquier envase para conservar los alimentos
Tenemos la tendencia de guardar las sobras en cualquier tipo de recipiente, pero no es una buena idea. Muchos envases están pensados sólo para conservar los alimentos por un período de tiempo corto. Si alargas su vida útil y los reutilizas varias veces para guardar comida, especialmente comidas calientes, hay determinados químicos de estos envases que pueden contaminar los alimentos.
Además, la mayoría no están preparados para soportar altas temperaturas, por los que si los calientes pueden llegar a romperse o degradarse, fomentando el crecimiento de microorganismos. ¿Qué uso entonces? Utiliza recipientes herméticos que sean aptos para almacenar alimentos.
5. Dejar los alimentos en las latas una vez abierto
¿Cuántas veces nos ha sobrado un poco de maíz o de atún en conserva y los hemos guardado en la nevera sin sacarlos de la lata? Pues es momento de abandonar esta costumbre.
Además de provocar malos olores en la nevera, este gesto puede favorecer la contaminación cruzada de los alimentos y disminuir la vida útil del producto. De nuevo, la solución es guardarlos en un recipiente hermético para garantizar su frescura.
6. Descongelar los alimentos a temperatura ambiente
Éste es un error en el que caemos una y otra vez, pero debemos desterrarlo para siempre si queremos conservar los alimentos adecuadamente.
Descongelar los alimentos a temperatura ambiente fomenta la proliferación de microorganismos, lo que podría causar enfermedades y molestias. En lugar de esto, prueba a descongelar los alimentos en la nevera. Así tendrás un mayor control de la temperatura.
7. Dejar las tapa de los alimentos sucias
Salsas, tomates, siropes… Cuando las usamos, no nos preocupamos de limpiar la tapa, ¡y estamos cometiendo un gran error! Dejar suciedad en la tapa de los alimentos puede favorecer de nuevo el crecimiento de microorganismos que entran en contacto con un ambiente de aire y humedad. Esto provoca que cada vez que abres y cierras el producto, haya altas probabilidades de contaminación que disminuya su vida útil. Lo ideal es limpiar la tapa de los alimentos cada vez que los usemos para no dejar residuos.
8. No guardar las salsas en la nevera
Una vez abiertas, las salsas y aderezos, deben de guardarse siempre en la nevera. Estos tienen ingredientes que pueden fomentar el crecimiento de hongos y levaduras, y deteriorar el alimento de manera acelerada, además de alterar su sabor y olor. Lo más sencillo es seguir las instrucciones del fabricante, que suelen venir la etiqueta del producto. ¡Mírala!
9. Usar la misma cuchara para cocinar varios platos
Este es un básico de la contaminación cruzada. Si estás en medio de un batchcooking y, usas la misma cuchara para cocinar un estofado, unos guisantes y cocer pasta, estarás provocando la contaminación cruzada entre los alimentos, lo que acorta su vida útil. Lo aconsejable es contar con utensilios de cocina específicos para cada alimento.
10. Usar el mismo trapo de cocina para todo
Si quieres conservar los alimentos por más tiempo, no uses el mismo trapo de cocina para secarlo todo: tus manos y la vajilla, por ejemplo. Nuestras manos están en contacto con muchos productos y superficies que pueden estar contaminadas. Si las secamos con el mismo trapo que usamos, por ejemplo, para secar los platos o los cubiertos, podemos transferirle algunos microorganismos que luego entrarán en contacto con los alimentos.
El riesgo es mucho mayor si el trapo se mantiene húmedo. Lo ideal es tener un trapo para las manos y otra para la vajilla.