10 consejos para conservar los frescos en la nevera más tiempo
Te contamos cómo conservar frescos en la nevera de casa para disfrutarlos con todas sus características organolépticas.
Las frutas, verduras, carnes y pescados, tienen su particularidades de conservación. Tanto para guardarlos en la nevera como para congelarlos debes seguir determinados pasos. ¡Son muy sencillos de poner en práctica y te ayudarán a ahorrar!
Así puedes conservar los frescos en la nevera más tiempo
1. No rompas la cadena de frío
Este es el primer paso si quieres conservar los frescos en la nevera por más tiempo. Conservar la cadena de frío es básico, sobre todo, en temporadas de calor.
¿Cómo puedes hacerlo? Transporta la carne o el pescado en bolsas para congelados. Y si puedes comprarlos en último lugar, mejor. Cuando llegues a casa, mételos en la nevera directamente y mantenlos ahí hasta que lo vayas a cocinar.
Si vas a congelar, lo mismo, congela en cuanto hagas la compra y llegues a casa. No cometas el error de guardar la carne o el pescado en la nevera unos días y luego congelarlo. Esto es básico para que tus frescos conserven todas sus propiedades.
2. Cada alimento, su sitio en la nevera
Si quieres conservar los frescos en la nevera por más tiempo, no vale colocarlos simplemente donde haya un hueco. Cada alimento tiene un lugar adecuado de conservación en la nevera.
- Zona alta: alimentos que menos frío necesitan: comidas cocinadas, salsas caseras, mermeladas, purés, fruta cortada, verdura cocinada o huevos.
- Zona media: es la mejor zona de la nevera para colocar los lácteos: leche, yogur, queso, etc.
- Zona baja: aquí es donde deben colocarse los frescos, que necesitan más frío para conservarse. Coloca aquí las bandejas de carne, el pescado, el fiambre… Es también la parte ideal para colocar los alimentos para descongelar, ya que así se evita que se contaminen los alimentos de los estantes inferiores.
- Cajones: la fruta y la verdura debe ir en los cajones, la zona menos fría de la nevera. Procura colocar las frutas en un cajón y las verduras en otro, y déjales espacio para que respiren.
- Puerta: esta zona está sujeta a más cambios de temperatura. Por ello, es mejor colocar aquí la mermeladas, salsas y bebidas.
3. Lava antes de consumir
No cometas el error de lavar frutas y verduras antes de guardar en la nevera. Hazlo antes de consumirlas o cocinarlas.
La razón es muy sencilla: cuando las lavas, les aportas humedad, lo que acelera su proceso de putrefacción.
4. Evita el plástico para frutas y verduras
Además de que es un material poco sostenible, el plástico hace que la humedad la nevera se concentre y no permite la oxigenación de los alimentos.
Por ello, para conservar frutas y verduras en la nevera más tiempo, olvídate de las bolsas de plástico. Guárdalas en el lugar más adecuado en cada caso:
- Temperatura ambiente: tomate, cítricos, col, coliflor o lombarda.
- Lugar oscuro y fresco: ajo, cebolla, patata.
- Un tarro con agua: espárragos o hinojo.
- Nevera: berenjenas, pepinos, judías verdes, acelgas o brócoli.
Y si van a caducar, mira estos trucos para alargar la vida de los frescos.
5. Utiliza envases herméticos
Si aún así, prefieres conservar los frescos en la nevera, te aconsejamos que utilices envases herméticos, como tarros y tuppers.
Esto es especialmente útil para conservar verduras que se conservan bien en la nevera pero a las que no les gusta la humedad, como, por ejemplo, los pepinos y las berenjenas. Para evitarlo, también puedes introducir dentro del envase un papel absorbente.
6. Guarda el pescado en la zona más fría
Si has hecho una buena compra de pescado: atún, bacalao, sardinas, lubina… y los quieres congelar, no lo guardes en cualquier lugar del congelador. El pescado necesita para conservarse adecuadamente la temperatura de la zona más fría, que normalmente es el primer cajón.
Concretamente, la temperatura adecuada para congelar el pescado son los -18ºC. Para asegurar una correcta congelación, también puedes probar a poner el congelador a máxima potencia durante la primera hora después de guardarlo.
Además, antes de congelar, lava bien tu pescado quitando escamas y restos. También es aconsejable que le quites las vísceras si todavía las tiene. Sécalo bien y, ahora, congela.
7. La carne, en la bandeja inferior de la nevera
¿Has comprado carne? Ya sea pollo, cerdo, cordero o ternera, el proceso es el mismo. Guarda en la nevera en cuanto llegues a casa y elige para ello la bandeja inferior para que sus posibles jugos no goteen encima de otros alimentos.
La carne debe conservarse refrigerada en la nevera una temperatura de unos 4ºC ¡Tenlo en cuenta! Si vas a congelar, para la carne deberemos tener una temperatura de unos -18ºC.
Te aconsejamos también que antes de refrigerarla elimines el exceso de jugos con un papel absorbente y las guardes en envases herméticos para evitar el contacto con el aire.
8. ¡Crea espacio!
Habrás comprobado que no todo la fruta y la verdura madura al mismo tiempo. Pues atención, porque este punto es fundamental para conservar los frescos en la nevera más tiempo.
Si colocas juntas verduras y frutas con distinto ritmo de maduración, las que más rápido maduren pueden afectar a las otras. Sepáralas y dales espacio y, si hace falta, usa recipientes herméticos para proteger las más delicadas.
Por supuesto, cuando veas que algunas piezas se estropean, sepáralas inmediatamente del resto.
9. Cuece o escalda las verduras
¿Sabía que la mayoría de las verduras se puede congelar sin problemas? Sólo tienes que cocerlas antes o escaldarlas. Es el caso de las espinacas, acelgas, el calabacín o la berenjena.
Si ves que las verduras que tienes en la cocina o la nevera se van a echar a perder ¡Congélalas y así durarán más tiempo!
Las frutas también se pueden congelar, pero algunas tienen sus trucos. Excepto los frutos rojos y los cítricos sin piel, que se pueden congelar crudos, el resto de la fruta se tiene que congelar cocida o en puré, compota o con azúcar o almíbar.
Mira estos 3 trucos para congelar correctamente los frescos.
10. No sobrecargues la nevera
Simple, pero fácil de olvidar.
Si sobrecargas los estantes de la nevera impedirás la correcta circulación de aire frío, con lo que este se distribuirá de manera desigual, y esto puede impactar en la conservación de los alimentos.